Los riesgos psicosociales constituyen un elemento que ha aflorado en los últimos meses con virulencia en el interior de las empresas y organizaciones. Después de periodos largos en los que el personal de la compañía se ha visto sumido en un ERTE o dependiente del teletrabajo desde casas, los riesgos psicosociales han aparecido con su incorporación de nuevo a su puesto de trabajo.
El teletrabajo es un concepto ampliamente extendido en los últimos años, principalmente. Sin embargo, hay que tener en cuenta que este posee una amplia complejidad ya que trata de abarcar un conjunto de actividades muy diversas.
En el ámbito de la PRL, el término “persuasión” hace referencia a toda intención premeditada por parte de cualquier persona que trate de cambiar las creencias, los comportamientos o las actitudes de un grupo de personas o de una única persona individual. La persuasión en PRL se llevará a cabo mediante la transmisión de diferentes mensajes.
Los indicadores hacen referencia a formulaciones matemáticas a través de las cuales se trata de dejar reflejo de una situación concreta. A través de ellos es posible dilucidar tendencias o cambios en el fenómeno que se esté observando.
En los últimos meses, dada la situación actual de pandemia en la que nos encontramos inmersos, las reuniones virtuales o videoconferencias a través de plataformas como Zoom se han disparado. Estas han venido motivadas por las nuevas restricciones y protocolos que implican el distanciamiento social.
No cabe duda de que los entornos laborales es una de las áreas de la vida de las personas que más afectadas se verán por el avance y el desarrollo tecnológico. Dicho desarrollo está permitiendo y permitirá seguir llevando a cabo la automatización de procesos que podrían ser dañinos para la salud de las personas. Sin embargo, esta revolución industrial también implica la preparación de las empresas y organizaciones frente a algunos desafíos que se presentan en el campo de los riesgos laborales.
Los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) son objetivos mundiales adoptados por los miembros de la ONU como un llamado universal a poner fin a la pobreza, a proteger el planeta y también a garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad para el año 2030.
