10 buenas prácticas de cultura preventiva en una organización con ISO 45001
Cultura preventiva
La cultura preventiva de una organización es un elemento que ayuda a las compañías a alcanzar la visión definida en base a los valores de la misma valores en materia preventiva.
Existen una serie de buenas prácticas a tener en cuenta que pueden ser de ayuda de cara a la definición de una estrategia preventiva que cale en el interior de una empresa u organización:
1. Compromiso
La gestión del cambio en una compañía puede llegar a ser un proceso realmente complejo, por lo que no se pueden dejar las cosas al azar. Por ello resulta imprescindible asegurarse de que la dirección de la estrategia preventiva esté totalmente alineada. El compromiso de toda la organización tendrá que estar afianzado de manera visible.
2. Implicación de las personas
Para que todo el proceso en su conjunto funcione, habrá que involucrar desde el inicio a todas las personas de la organización. Dicha implicación tendrá que ser efectiva tanto en la definición de la estrategia, como también en la misión, la visión y los valores. Implicar a todos y a todas en la creación de la estrategia ayudará a generar una cultura preventiva y a que el mensaje comience a calar en todos los niveles.
3. Priorizar
Habrá que definir los principios y los valores que mejor representen a la organización y en los que se desee poner el foco, aquellos que serán los pilares de la compañía. Cultura, innovación o seguridad psicológica pueden ser algunos de ellos.
4. Sintetizar
La misión y la visión de la empresa en materia preventiva puede ser tan larga y densa como se desee. Sin embargo, lo bueno, si breve, dos veces bueno. Por ello, se trata de definir una visión inspiradora que cale, que sea fácil de recordar y que promueva el entusiasmo dentro de la organización. El objetivo último será mejorar la cultura preventiva.
5. Integración
La estrategia preventiva debe estar enfocada a toda la compañía. Es por ello que tendrá que incluir dentro de las acciones a las distintas unidades. No hay que tener miedo de implantar grupos de trabajo multidisciplinares con objeto de llevar a buen puerto todos los puntos.
6. Innovación
Hay que tener la valentía de hacer las cosas de forma distinta. Innovar debe ser uno de los puntos clave que deben integrarse dentro del plan estratégico.
7. Comunicación
Aparte de implicar a todas las personas que sea posible en el diseño, la estrategia deberá llegar a todos los niveles. Es por ello que habrá que comunicarla en todo momento, en todas las situaciones, en todos los lugares y ponerla en valor.
8. Análisis
Es clave disponer de objetivos e indicadores que permitan verificar si el camino que desarrollamos es el correcto. La definición de un cuadro de mando adecuado y la utilización de indicadores para seguir mejorando tu cultura preventiva será esencial.
9. Reconocimiento
La comunicación acerca cómo se está desarrollando el plan estratégico es vital. No hay que tener dudas en cuanto a la comunicación de los avances y el reconocimiento de los logros desarrollados.
10. Tener presente el foco
No se puede perder de vista en ningún momento del proceso cuál es el foco: las personas. Todo lo que se haga debe ser por y para las personas, con objeto de mejorar su bienestar y seguridad.
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